ñamñam: Caramelo líquido

Muy fácil de hacer y puedes guardarlo durante mucho tiempo para luego emplearlo en diferentes preparaciones: flanes, tartas, bizcochos, etc...

En una cazuela o sartén de fondo grueso coloca el azúcar y pon a fuego medio. Mientras tanto pon el agua en otra cazuela para que hierva.
Vete removiendo el azúcar muy suavemente (utiliza una cuchara de madera o una espátula) hasta que se quede líquido y con un bonito color dorado. No tienen que quedar grumos.
En este punto, añade el agua hirviendo de una vez pero con mucho cuidado. Es muy importante que el agua esté hirviendo. Aléjate lo más posible de la cazuela porque el caramelo puede saltar y alcanza temperaturas muy altas que pueden producir quemaduras de importancia.
Una vez añadido el agua, retira del fuego y remueve, si se forma algún grumo no te preocupes porque es normal.
Vuelve a poner en el fuego y remueve hasta disolver. Ten en cuenta que cuando se enfríe tomará una consistencia más espesa.
Después déjalo enfriar completamente y guárdalo en tu bote o botella de cristal. Te durará bastante tiempo.
Si quieres que el caramelo quede algo más denso, no incorpores todo el agua. Si por el contrario te ha quedado demasiado espeso, puedes añadir un poco más de agua caliente.

Receta de "Internet"

CATEGORÍA: VARIOS